viernes, 7 de junio de 2013

“Sexo majara”, de Robert Crumb

Por Gabriel Zárate

Ediciones La Cúpula (España) anuncia dentro de la colección de temática erótica “Kiss Comix”, la publicación del álbum recopilatorio “Sexo majara”, de historietas cortas y autoconclusivas de Robert Crumb, autor del guión y los dibujos, que contiene de manera íntegra lo publicado para la revista underground “Snatch Comics” (EEUU) entre 1968-1969, además de trabajos para las revistas contraculturales “Jiz Comics”, Felch Cumics”, Snatch Sampler”. Libro de 84 páginas a color, de material restaurado e inédito en español de Robert Crumb. Gran novedad para el 23 de junio.  

“Chistes de pollas, libidos neuróticas, lucha de sexos, hombrecitos salidos, hembras en acción... La pornografía que Robert Crumb practica en estas páginas está más cerca del delirio de los viejos dibujos animados que del cine equis californiano. Porque Sexo majara, que combate la corrección política con euforia erótica, es mucho más que sexo.  Este libro presenta, por primera vez en nuestro país y restaurado para la ocasión, el material que un Crumb veinteañero dibujó para las revistas alternativas que a finales de los 60 hicieron del cómic una poderosa arma política. La más divertida de todas”. (Nota de Prensa)

“Antes de cumplir veinticinco años, y coincidiendo exactamente con su primer –y no precisamente último- viaje de ácido, Robert Crumb participó en la confección de una revista alternativa llamada Snatch Comics, donde se codeó con artistas como S. Clay Wilson, Spain Rodriguez, Robert Williams o Rory Hayes. Al mando estaba Don Donahue, un nombre hoy poco reivindicado pero que en su momento fue un verdadero impulsor de la causa contracultural. A él se le debe el descubrimiento o al menos la promoción de autores hoy legendarios como Kim Deitch, Justin Green, Gilbert Shelton o Art Spiegelman, y se le recuerda como un hombre de actitud irreverente y libertina en su trabajo como editor al frente de Apex Novelties. En las páginas de Snatch Comics, que sólo conoció tres números, Crumb se soltó el pelo y empezó a dejar atrás su obsesión por los funny animals para centrarse en lo que en adelante iba a ser el eje de su obra: él mismo. Allí fue donde empezó a desnudar sus fantasías y a ponerlas en papel sin ningún tipo de pudor, allanando la pornografía pura y dura con el humor que siempre ha caracterizado su trabajo”. (Blog de Ediciones La Cúpula) 

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